Hay muchos planes de entrenamiento para aquellos que se quieren iniciar en la carrera; también para quienes quieren recuperar la forma. Aquí, más que un plan, vamos a presentar un método, casi un juego. Tan fácil, tan sencillo, que cada uno se confecciona el plan. A su gusto, a su disposición, a su capacidad. Un cronómetro con memorias, un parque cercano y veinte minutos cada sesión bastan para comenzar. En marcha.
El lugar
Lo primero que hemos de buscar es el circuito sobre el que vamos a realizar los entrenamientos. Lo que mida es lo de menos. Puede ser de quinientos metros, de mil. Es lo mismo, pero no conviene mucho más. Y si son varios circuitos de distancias variadas, mejor. Pero eso sí, tendremos que recordar cuáles son. En un parque es muy fácil establecer varios itinerarios a través de los paseos que hay. Puede ser primero una vuelta al parque entero, luego recortando en una glorieta, el tercer circuito atajando por en medio, etc. Pongamos que conseguimos enlazar cinco circuitos, que es sólo un ejemplo porque pueden ser más o menos.Bien. Iniciamos el entrenamiento el primer día sobre el circuito que elijamos. El ritmo nos tiene que ser indiferente. Como si queremos ir andando.
El cronómetro
Cronometramos el tiempo e iniciamos un segundo circuito, distinto al primero. O sólo hacemos el primero ese primer día. Da igual. Dependerá de cómo nos encontremos. Lo importante es que apuntemos cuánto hemos tardado. Si ha sido un circuito, pues uno; si han sido dos, pues los dos. El objetivo del plan no es otro que ir anotando nuestros registros día a día. Llegará el día en el que hagamos los cinco circuitos seguidos. Veremos, quizá, que los tiempos parciales son peores que los que hemos ido registrando día a día. No importará en absoluto. A cambio habremos conseguido alcanzar una distancia total que al inicio del plan nos parecía muy lejana. Anotemos también el tiempo total.
Iniciamos a continuación el plan de mejora de forma a través del periodo de superación. Si hacemos sólo un circuito, cualquiera de los que hemos establecido, muy fácilmente mejoraremos la marca que teníamos registrada sobre él. Y si volvemos a hacer todos los circuitos seguidos, aunque no mejoremos el tiempo total seguro que sí mejoraremos alguno de los circuitos parciales. Este progreso continuado nos proporcionará la motivación necesaria para seguir adelante en nuestros entrenamientos semana tras semana. Y así, jugando y sin darnos cuenta, alcanzaremos una gran puesta en forma porque, primero, seremos ya capaces de mantener ritmos mucho más altos que al principio y, segundo, habremos adquirido una notable resistencia.
El tiempo
Este plan nos puede llevar un mes o dos. Dependerá de las prisas que nos demos o de los días de entrenamiento que dediquemos cada semana. Tenemos que tener claro de que se trata de un juego y de que, por tanto, no hemos de tener ninguna prisa en ir alcanzando y superando metas. Cuanto más tardemos en completar el plan a través de todas las combinaciones posibles, casi mejor. Menos riesgo de lesión y mayor margen para la mejora, pues de esta manera el periodo de recuperación después de cada entrenamiento será el idóneo. Y contemplemos también la posibilidad de que podemos alargar el plan tanto como queramos, pues podemos también dedicarnos a mejorar los tiempos de un sólo circuito. Y cuando veamos que ya apenas podemos arañarle unos segundos, pues podemos comenzar por otro circuito. Una vez completados todos, empezamos de nuevo por el que hace más tiempo hemos dejado. Nos encontraremos con que, como hemos seguido entrenando, rebajaremos la marca sin aparente mayor esfuerzo. Y así un circuito, y otro, y otro, y luego todos seguidos, etc., como si fuera una cinta sin fin sobre la que vamos midiendo y valorando nuestra mejora en el rendimiento.
La forma alcanzada nos permitirá, en cuanto queramos, iniciar un plan de entrenamiento, éste ya mucho más metódico, para participar, por ejemplo, en cualquiera de los maratones de primavera que se nos avecinan. O para iniciarnos en los medios maratones, que podremos afrontar sin el menor temor en cuanto acumulemos unos
Realmente el objetivo del plan basado en la mejora de marcas sobre diversos circuitos encadenados es tener una motivación permanente para salir a entrenar. Correr por correr, por sentirse en forma, a veces no es bastante. Un plan para correr el maratón, por muy elemental que sea, tiene un objetivo muy claro: terminar la carrera. De esta manera adquiere sentido salir un fin de semana a hacer
La excusa
El plan de los circuitos no nos obliga a salir a diario, pero cuando lo hagamos será para perseguir un objetivo al alcance: comprobar la mejora de nuestro estado de forma sin apenas esfuerzo. Y si un día, y otro, y otro, vamos superando límites, habremos recorrido mucho camino.
Y, sobre todo, habremos tenido una excusa para salir a correr, que es la que nos falta muchas veces para calzarnos las zapatillas cuando no seguimos ningún plan en concreto. Así que papel y lápiz, cronómetro y a buscarnos unos circuitos. Cuanto más cortos y sencillos, mejor. A divertirse.
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